En los años 90, Antonio Silva era jugador del Saad, del Jardín Rincón. Quien lo recuerda cuenta que el veterano tenía un toque de balón refinado, buen posicionamiento y siempre que se arriesgaba en los balones parados, llevaba peligro. Más o menos como su hijo mayor, Marcos Senna. Este año, la historia de Antonio está siendo homenajeada por su hijo más pequeño, Márcio Senna, que ahora viste la camisa del club que tanto amaba su padre. De hecho, lo amaba tanto, que murió con ella. Cuando tenía 46 años, el admirado jugador tuvo un colapso cardíaco en medio de un partido. Éste tenía la enfermedad no diagnosticada del mal de chagas, y el músculo cardíaco no aguantó el esfuerzo de aquel partido. Los hijos, que siempre lo acompañaron en los partidos, no estaban presentes. “No sé si fue suerte o azar. Pero yo tenía un campeonato de fútbol sala aquel día. Marcos estaba en Rio Branco. Y fue aquel día el que sucedió. Fue una fatalidad, desgraciadamente él no se cuidaba”, recuerda Márcio, hoy a sus 32 años. ¿Pero un accidente como este, no alejó a la familia del fútbol? “La gente ni pensó en esa posibilidad. El amor al fútbol es mayor que la desgracia.” Márcio Senna ha tenido la ocasión de hacer un homenaje a su padre. Mientras Marcos sigue en activo –esta temporada dejó el Vilarreal C.F, de España, y ahora es jugador del Cosmos, de Nueva York. Márcio se ha retirado al sufrir una lesión seria en la rodilla. “Nunca más fui el mismo. No daba más para ser profesional”, dijo. However, other assessment modes do stretch and test skills and approaches which the traditional online writing paper essay cannot